Pasar al contenido principal

Cómo establecer límites y decir “no” como cuidador

 Cartel de Stop (Pare).

La mayoría de los cuidadores ha escuchado decir que cuidar de uno mismo debe ser la máxima prioridad. Después de todo, no se puede ser de mucha ayuda para los demás si uno está enfermo o demasiado cansado. Pero cuando uno tiene que hacer tanto por otra persona, ¿cómo puede encontrar el tiempo para uno mismo? Establecer límites es algo que se escucha a menudo. Y es muy importante tanto para usted como para su ser querido.

Estos son algunos consejos prácticos que le ayudarán a hacer lo que tiene que hacer sin sentirse abrumado:

Elabore un plan

Haga un cuadro con todas las necesidades de su ser querido. Incluya con qué frecuencia deben satisfacerse esas necesidades y su capacidad para encargarse de ellas. Elabore otro cuadro que describa sus obligaciones, como horarios de trabajo, compromisos familiares o tiempo dedicado a la adoración. Esto es solo un comienzo, pero le ayudará a saber qué podrá hacer y qué no. Si su mamá tiene una cita con el médico un día que usted no puede tomarse en el trabajo, alguien más tendrá que acompañarla.

Busque ayuda

No puede hacer todo solo. Es así. Pida ayuda a hermanos, amigos, vecinos y profesionales. Y una vez que se comprometan, asegúrese de que cumplan. Recuerde que las personas no siempre tienen que estar cerca para ayudar. Su hermano que vive en otro estado podría ser quien mejor se encargue de resolver cuestiones del seguro o de pagar cuentas, por ejemplo. Cuanto antes ponga en práctica esta red de apoyo, mejor, pero nunca es demasiado tarde para pedir ayuda. Recuerde que usted es solo una persona y que el día solo tiene una cierta cantidad de horas.

Tenga una visión realista

El cuidado cambia. Las emergencias médicas y personales suceden. Puede que usted se lastime o que la salud de su ser querido empeore. Cuando las situaciones y las circunstancias cambian, sea flexible, pero manténgase firme para encontrar soluciones que satisfagan las necesidades cambiantes.

¿Conclusión? Reconocer sus propios límites no significa que esté abandonando a su ser querido. Y decir “no” no equivale a “no te quiero”. Cuanto más sano y feliz esté usted, mejor podrá cuidar de los demás.